Unidad en la Diversidad. Una historia sobre nuestra tradición

La filosofía védica se ha distribuido extensamente gracias al gran esfuerzo de Sri Caitanya Mahaprabhu, conocido también como el avatar dorado, y su movimiento de sankirtana. Este moviendo dio especial énfasis a la tolerancia y el respeto por todos promoviendo el canto congregacional. Estos valores fueron promovidos por los Goswamis (personas que controlan sus impulsos mediante prácticas espirituales). La contribución de ellos fue no sectaria y amorosa al mundo del teísmo. Esta filosofía antigua nos invita a volvernos servidores eternos de la verdad y este es el sentido del canto en asociación, conocido como sankirtana, servir a la verdad, declararse a sí mismo como un eterno servidor del amor supremo.

Existe mucha bibliografía sobre las contribuciones de este movimiento a la humanidad. Literatura sobre el autoconocimiento y la autorrealización. Igualmente existen muchas tradiciones espirituales genuinas, en este caso me refiero a la tradición védica, el cual por ser la primera de la humanidad se convierte en el cordón umbilical del conocimiento y la realización espiritual. Estas enseñanzas han sido dadas por un fuerte legado histórico y tradicional fundado con principios de humildad y aceptación mediante el amor y la colaboración.

El concepto védico de una familia espiritual es muy amplio. El fundamento básico es: todos somos almas espirituales, todos somos hijos de Dios y por lo tanto hermanos de un mismo padre. Esto parece fácil de asimilarse en teoría pero bien sabemos que en la práctica es el principio de muchas diferencias y conflictos. En la filosofía védica se promueve la hermanad por encima de las creencias, se promueve la unidad por encima de las diferencias y se promueve la cooperación por encima de la libertad. Principios que aseguran un desarrollo integral del ser humano por encima de sus limitaciones personales o defectos.